Hace un par de semanas decidimos hacer una salida a la playa, Nil disfrutó como nadie, aunque al principio no quería toca la arena.
Vivimos cerca de la playa, escasos 15 minutos nos separan, y aunque nos encanta no la pisamos tanto como nos gustaría. La montaña, que es donde habitualmente estamos, nos aporta toda la desconexión que necesitamos las mamás, y recargamos energía, y a Nil le encanta.
Hace un par de semanas decidimos bajar hacia la playa y que Nil la descubriera, el año pasado fuimos en verano pero apenas tenía 7 meses y no la pudo saborear tanto como este año con sus 16 meses… que rápido pasa el tiempo ☹
La llegada la hizo en su coche, encantado él de pasear e ir observando todo a su paso, lo aparcamos y empezó la juerga.

Le dejamos descalzo para que tuviera contacto 100 % con la arena y descubrió su tacto, la tocó con sus manos y aunque al principio no quería, luego no había quien lo sacara de ahí.

Jugó, la probó, se la tiro por encima, hizo montañas de arena, y no soltaba la pala o el rastrillo… que inocencia tan grande y que bien se lo pasó.

La verdad que nos hizo una mañana espectacular, un solecito que se agradecía y con la brisa del mar hacen la combinación perfecta. Había bastante gente, se nota que llega el buen tiempo.
Sin duda alguna no será la única vez, aprovecharemos que a Nil le encanta y bajaremos más veces a disfrutar de los placeres que nos da la playa.

Escribir comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.