Me acuerdo de, antes de ser madre, que cuando veía que las madres en general se temían lo peor cuando veían que sus hijos estaban malitos pensaba, ¡que exageradas!, ahora lo entiendo todo.
Ser madre es una responsabilidad enorme, un gran peso que cargas y que, como no sepas gestionar bien o hasta que aprendas a llevar dependiendo de que situaciones, … se hace muy sufrible.
Hoy quiero compartir con vosotros mi primera experiencia, tras 23 meses, de salir corriendo de urgencias por no saber que le pasa a tu hijo ante una situación totalmente nueva para ti.
¿Qué nos pasó?
Hace un par de semanas los tres caímos en una gastroenteritis, primero el peque, y luego caímos nosotras. Ver cómo tú casi ni te puedes mover no es lo principal, pero ver a tu hijo malito sin ganas de mucho es algo que no acabas de saber encajar bien.
Nos duró dos días el momento apagón, y la tarde del segundo día comenzamos a remontar. Nil empezó a jugar, estar animado, empezaba a ser él, aunque aún sin esas ganas de comer que tiene siempre. No le dimos importancia ya que lo normal recuperándose de una gastroenteritis es eso comenzar a comer poco a poco a base de dieta blanca y probióticos. Por la noche cenó bien pero con tan mala suerte que le vino una arcada mientras masticaba y se asustó. Se quedo con un trozo de comida en la boca y se negaba a tragar o a escupirlo.
Llanto asegurado, no quería tragar pero como pudimos logramos quitarle los trozos de comida. Fue un momento totalmente amargo, sin parar de llorar dejó de hablar y sólo señalaba con el dedo lo que quería. Además no dejaba de hacer como unas pequeñas quejas, que por momentos paraba si le enseñabas algo que le gustaba y de golpe volvía. Estas pequeñas quejas durante el día lo había hecho en alguna ocasión, pero como le dábamos apiretal por la fiebre y se quedaba dormido, al despertarse lo hacía totalmente renovado y con fuerza. Esa vez intentamos lo mismo, lo dormimos pero sin darle apiretal, ya que fiebre no tenía. No resultó e incluso en determinados momentos que se giraba mientras dormía hacía esas pequeñas quejas, además de no querer ni chupete por no querer tragar. Sin darle más vueltas salimos de urgencia, y tras la espera en un box resultó ser una laringitis. ¿Laringitis? si no tose, ni nada, tratamiento preescrito y para casa.
Un poco más tranquilas, a los 3 días (los que duró el tratamiento que le dieron en urgencias, Estilsona) visitamos a su pediatra. Tras explicarle el caso nos comentó que, Nil desde bien pequeño ella misma le detectó que tenía «laringomalacia«.
Se trata de la falta de madurez en la laringe, las cuerdas vocales al pasar el aire no se dilatan por su falta de madurez y esto hacer que el aire al pasar cueste más y haga un ruído extraño al respirar.
Laringomalacia, nada grave
La gran mayoría de niños lo hacen al simple respirar pero Nil únicamente lo hace al llorar. Entre llanto y llanto hace un ruido más agudo que para nosotras siempre lo hemos visto normal al hacerlo desde su nacimiento, y resulta que es por esto, la «laringomalacia».
Sin más es una situación que desaparecerá automáticamente antes de los 3 años, así que lo que le pasó más que ser una laringitis, fue su laringe poco madura que se dilató e irrito más de la cuenta a causa de las arcadas y los vómitos de la gastroenteritis. Esto hizo que le doliera y por eso dejó de tragar, hablar e incluso llegó a olvidar el chupete con tal de no meterse nada en la boca que le hiciera por ejemplo, tragar saliva.
Si te encuentras en la misma situación...
Te dejo algunos consejos que ayudarán a no alarmarte.
- Tener estilsona siempre en casa.
- Si notas que le cuesta mucho respirar o hace una tos muy aguda, apiretal. Si no notas mejoría Estilsona.
- En los momentos más críticos sacar a la calle, o incluso acercalo a la nevera y abrir la puerta, el frío le hace relajar la laringe y notan mejoría.
Los consejos, evidentemente, son para que no salgas corriendo de urgencias pensando que es algo terrible (lo que me pasó a mí) y cuando notes que tu peque esté más tranquilo llevarlo a su pediatra y explicarle el caso. Ellos siempre serán los que nos pauten los tratamientos y su duración ¡solo lo pongo a modo reflexión y ayuda!
Ser madre es un gran regalo, una resposnsabilidad, pero también un sufrimiento que nace desde el embarazo hasta su fin. Cuando eres mamá primera más 😉
¿Y vosotras, habéis tenido alguna situación de urgencia?
Nil tiene su guardiana ?

Escribir comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.